Según informaciones de medios oficiales, un niño de 12 años sufrió repetidos golpes propinados en plena calle de la ciudad de Guadalajara, por un hombre de unos 40 años, con un abierto motivo racista.
El menor ha tenido que ser ingresado para ser atendido en el Hospital de Guadalajara.
Son hechos gravísimos que aún se encuentran en investigación.
Desde hace ya mucho tiempo este Colegio de Trabajo Social viene alertando sobre los mensajes de odio que no solo circulan de forma impune por redes sociales, sino que han pasado a formar parte de los discursos oficiales de alguna formación política que está presente en numerosas administraciones tanto a nivel estatal, autonómico y local. Discursos ofrecidos en horarios de máxima audiencia televisivas, radiofónicas, prensa escrita, fundamentados en bulos, noticias falsas y aderezados con odio, racismo y xenofobia y que están calando en algunas capas de nuestra sociedad.
Llevamos una época en la que vemos como se criminaliza sin pudor a los mal llamados “Menas”, MENORES no acompañados, dando a entender que son un colectivo violento y delincuente que aterroriza los barrios de nuestro país. Un discurso falso que quiere despertar los más bajos instintos de algunas personas de la sociedad y que tarde o temprano pueden derivar en hechos gravísimos.
Nos faltan datos de lo acaecido en Guadalajara, algo que está siendo investigado por la Policía, y no sabemos aún todos los entresijos de esta brutal agresión, pero eso no quita que sigamos alertando sobre lo perjudicial que es la narrativa racista y abiertamente xenófoba que quiere envenenar nuestra convivencia.
El trabajo social, profesión estrechamente vinculada al bienestar social comunitario, estará siempre frente a quien quiera destruir los lazos de convivencia en nuestras comunidades.
Nuestra organización colegial en su conjunto y nuestras y nuestros profesionales de forma individual trabajan en pro de la convivencia, la inclusión y la tolerancia, y ahí no tiene cabida el discurso del odio. Pero es tarea de todas y todos en general.
Al mismo tiempo hacemos un llamamiento a los medios de comunicación a que dentro de la libertad de prensa y la libertad de expresión se haga una reflexión de como se modula la transmisión del mensaje del odio, plagado de bulos; así como las consecuencias derivadas del mismo.
Deseamos una pronta recuperación al menor agredido y que el autor de tal infame hecho sea detenido y puesto a disposición judicial
“Porque las palabras no son inocentes”