Autoría: Raúl del Viso, gerente de EAPN-CLM 

Con este artículo, ampliamos el espacio de apoyo y promoción de las organizaciones del Tercer Sector con las que, como plataforma con 30 años de trayectoria, estamos plenamente comprometidos en su defensa, promoción y desarrollo, elementos que guían nuestra actividad desde 1994, momento en el que echó a andar nuestra organización en nuestra región. En este tiempo, hemos visto cómo el sector ha crecido y se ha desarrollado, adquiriendo carta de naturaleza como agente de necesario de cambio, que con el devenir de los tiempos, ha logrado contar con una legislación propia que si bien la define y propone su ámbito de actuación, es necesario que entre todos los que conformamos este sector vayamos construyendo y ampliando su espacio de actuación cada día, para ganarnos el espacio y reconocimiento externo que nuestra acción merece.  

Como decía, la definición de Tercer Sector ha quedado claramente definida en nuestro territorio autonómico en la Ley 1/2020 del Tercer Sector Social de Castilla La Mancha, donde en la  exposición de motivos de dicha Ley se plasma el sentido y orientación de las entidades del Tercer Sector, y que dice así: “Estas entidades, formalmente constituidas, no tienen ánimo de lucro y su actividad principal está orientada a la inclusión de colectivos vulnerables y desarrollan su acción social siguiendo los criterios de proximidad en el territorio, trabajando para la promoción de las personas y en la defensa de los intereses colectivos, estableciendo una colaboración con la Administración autonómica, sin perder su identidad de crítica y denuncia ante las situaciones de vulneración de los derechos humanos.”   

Del análisis de esta definición, podemos extraer varias conclusiones que nos pueden ser de ayuda si estamos pensando crear una organización social o ya la tenemos creada: 

  • Hablamos de organizaciones independientes legalmente constituidas, para lo que será importante considerar todos los pasos de legalización que tenemos descritos en nuestra guía de ‘Cómo crear una ONG’ en nuestra web y que además deben inscribirse en los diferentes registros. 
  • Carecer de fin de lucro significa que estas organizaciones deben invertir todos sus recursos en la misión que ha motivado su creación y desarrollo. Es preciso, pues, mantener un equilibrio entre la sostenibilidad financiera de la organización, donde los ingresos y los gastos deben alcanzar un equilibrio tal que permita cumplir los fines de la organización y considerar varias restricciones en este equilibrio: 
  • Cumplimiento de los requisitos fiscales y de transparencia a los que estas organizaciones están obligadas. 
  • Que las actividades realizadas deben cumplir con los fines estatutarios y estar alineados con la misión, que estará dentro de la legalidad vigente, y también cumplir con los requisitos éticos, morales, y de valores democráticos por el que este tipo de organizaciones se caracterizan en sus relaciones con las personas beneficiarias, sus equipos, colaboradores, proveedores y ciudadanía en general. En este sentido, y puesto que estas organizaciones parten de la ciudadanía, se da por sentado que no solo cumplen con todos los preceptos de valores democráticos y avances sociales, sino que deben ser ejemplares en estos ámbitos. 
  • La finalidad de estas organizaciones es la mejorar la vida de las personas a las que estatutariamente pretende apoyar y en el territorio más próximo a la organización, a fin de facilitar la buena transmisión de los valores democráticos mencionados más arriba.  
  • Colaborar con las administraciones en la mejora de las condiciones de vida de la ciudadanía, lo que supone una coordinación en la promoción de la ciudadanía y los territorios, a fin de evitar solapamientos o zonas desatendidas. 
  • Y sobre todo, mantener una identidad crítica y de denuncia de situaciones de injusticia social y de vulneración de los derechos humanos, elementos, que como cumplidores modélicos de estos y otros valores, las organizaciones deben estar atentas a denunciar ante la opinión pública y otros estamentos.  

Es fundamental considerar o reconsiderar estos elementos referidos más arriba en la configuración y práctica de las organizaciones no lucrativas de nuestra región, cuestión que nos ocupa y preocupa en La Red contra la pobreza, ya que en ocasiones nos encontramos situaciones en las que se debería haber tenido más presente estos preceptos que como organizaciones se dan por supuesto, pero sobre los que no debemos bajar la guardia, ya que son muchos los actores y factores internos y externos que nos pueden impedir avanzar en la dirección correcta. 

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