Raúl del Viso, gerente de EAPN-CLM

La necesidad de dar respuesta a las nuevas realidades que se daban en territorios de periferia de las grandes ciudades como Madrid, fue un caldo de cultivo óptimo para la proliferación de movimientos sociales a finales de los 70 de siglo pasado, donde se generaron asociaciones y grupos vecinales para hacer más habitables aquellos nuevos espacios de convivencia para muchos inmigrantes que llegaban del campo a la ciudad en busca de oportunidades.

En nuestros días, la periferia sigue existiendo, mucho más allá de la periferia de aquellos barrios de los 70, fuera de los límites políticos regionales alrededor de sus vías de comunicación, pero con las mismas necesidades y realidades que entonces, tal y como veremos a continuación.

Puesto que EAPN-CLM no es una organización que intervenga directamente en el territorio, sino que son las organizaciones que la conforman las que lo hacen, hacemos la siguiente reflexión para Simetrías Fundación Internacional en el marco de su proyecto Creamos Futuro 20/24, donde está analizando realidades de periferia que se viven en Castilla-La Mancha en nuestros días, y donde se me permite hacer estas reflexiones y propuestas, que si van más alineadas con la misión de mi organización.

Aunque la situación en el corredor del Henares, la carretera de Extremadura y la comarca de La Sagra es similar, me centraré en esta última, puesto que tiene más elementos de estudio que las anteriores y podemos extrapolar datos para el resto. Como decía, la comarca de La Sagra (corredor de la carretera A401 Madrid-Toledo) tiene un tamaño parecido al de la ciudad de Albacete, aunque los espacios urbanos que la conforman, 31 municipios, no serán nunca una ciudad. Visto en perspectiva aérea, es un mosaico de parcelas social y funcionalmente especializadas, pegadas entre sí como una colcha patchwork y sin otro principio ordenador que el de la renta urbana y el privilegio social de estar más o menos cerca de la vía de vertebral de acceso a la capital. De seguir como hasta ahora, conformarán conjuntos inviables desde el punto de vista ecológico, inmanejables en lo funcional y conflictivos en lo social.

Tal y como manifiesta Simetrías Fundación Internacional: CREAMOS Futuro 20/24, las administraciones locales de estos territorios carecen de medios, recursos y atribuciones para dar respuestas a problemas que hasta ahora no tenían, y en el mejor de los casos, la solución puede ser endosar esos problemas al municipio vecino. La insostenibilidad de la situación, que compromete la convivencia, la sostenibilidad económica y social del territorio y la seguridad de muchos de sus pobladores, hace necesario que se busquen soluciones a este conflicto, que no ha dejado de crecer en los últimos años.

Fisionomía del territorio.

La comarca de La Sagra ha vivido en los últimos años un crecimiento periurbano como consecuencia de su cercanía a Madrid, donde en un primer momento se promovió desde los Ayuntamientos la construcción inocente de viviendas como un medio de obtener ingresos con los que aliviar sus crónicos déficits financieros, ya sea por los nuevos ingresos a través de tasas que ello les reporta, ya sea por los beneficios obtenidos mediante de la recalificación de suelos agrarios en urbanizables.

En este proceso, muchas personas llegan a la conclusión de que la ciudad compacta deja de ser útil y se trasladan desde las ciudades dormitorio que cercan la capital a espacios más amplios en busca de mayor calidad de vida a un precio razonable, facilitado por vías de comunicación que permiten un rápido acceso al centro.

Todo ello, ha supuesto un cambio profundo en la morfología del territorio, pasando de espacios  rurales y agrarios, a espacios urbanos centrífugos (formados por áreas construidas y áreas abiertas, por lugares centrales y lugares periféricos o periurbanos, por sistemas generales y sistemas locales) a los que el sustrato histórico del municipio se ha visto modificado de manera rápida y definitiva, ya que sus nuevos pobladores, sean nacionales o no, tienen una percepción del territorio muy diferente.

Así, podemos describir los siguientes cambios en estos territorios:

En la morfología urbana:

  • Creación y desarrollo de espacios sin límite claro, zonas urbanas, industriales y rurales, que se mezclan.
  • Oportunidades residenciales para la incorporación de nuevos pobladores.
  • Proceso centrífugo de expulsión de clases medias y bajas de Madrid a zonas con viviendas más económicas en pos de un mayor confort de los nuevos pobladores, que además consiguen mayor tranquilidad y una calidad de vida que para muchos ya no propician los congestionados y a menudo contaminados, entornos urbanos compactos.
  • Mejora de las posibilidades de transporte y de comunicación.
  • Construcción horizontal de gran tamaño, donde las viviendas unifamiliares son mayoritarias.
  • Identificación del paradigma de mayor calidad de vida y bienestar con vivienda dispersa.
  • Fuerte transformación del paisaje y gran impacto ambiental (especialmente, los relacionados con el aumento de la contaminación).
  • Alta dependencia del uso del automóvil privado, con los consiguientes problemas de congestión del tráfico y contaminación.
  • Urbanizaciones con carencias de los servicios propios de la ciudad compacta (comercio, dotaciones públicas, ocio, etc.).
  • Creación de zonas unifuncionales (centros comerciales, sanitarios, industriales o de ocio) junto a las grandes rutas de comunicación destinados a proporcionar servicios a toda la población del área periurbana.

En la morfología social y cultural.

  • Redefinición del espacio y el tiempo de la mano de los nuevos medios de comunicación (internet) y locomoción, más eficaces y con mejores infraestructuras.
  • Disminución progresiva del empleo en la agricultura tradicional y sus patrones de comportamiento. Los estilos de vida de sus nuevos habitantes contrastan con los de sus tradicionales pobladores, generalmente con menor poder adquisitivo, aumentando las desigualdades sociales.
  • Desarraigo del nuevo vecindario… se trata de urbanitas en un entorno rural desnaturalizado con el que no sienten ningún vinculo. Los autóctonos no dejar de ver al nuevo vecindario como ajenos.
  • Se ha construido un espacio inabarcable para las administraciones y recursos locales, tanto por su complejidad, amplitud y profundidad, generando:
    • Desigualdad en el acceso a recursos.
    • Divergencias económicas respecto al empleo desempeñado,
    • Disparidad residencial y de acceso a la vivienda.
    • Problemas de orden público y de seguridad.
  • Competencia de los diferentes grupos de población por unos recursos comunitarios escasos.
  • Alta conflictividad en los centros educativos, generando bajos niveles de éxito.
  • Alta rotación de servidores públicos, que facilita el descenso de calidad de servicios.
  • Escasa articulación social, por la diversidad, dispersión y escasos espacios de intercambio entre los grupos sociales.
  • Inexistencia de canales de expresión de la comunidad, tanto a nivel social, cultural, etc.
  • Baja estabilidad de la acción de las organizaciones del Tercer Sector y otros servicios de apoyo que acuden a ayudar para mejorar la situación.

En la morfología socio-económica:

  • El empleo, y sobre todo el de calidad, está fuertemente concentrado en la ciudad central, mientras que la zona de periferia se ha dedicado a la expansión residencial.
  • Aunque hay varias industrias tractoras, estos municipios han encontrado grandes dificultades para ampliar su rol más allá de su función como ciudades dormitorio.
  • Actualmente, el rol productivo de estas periferias se ha ligado a sectores de bajo valor añadido, como la paquetería que da servicio a Madrid, debido a sus costes competitivos, generando oportunidades de empleo de baja calidad.
  • Niveles de desempleo menores que en el resto de territorio.
  • Convivencia de dos grupos de población residente:
    • La que viaja diariamente al Centro a empleos de cierta categoría.
    • La que permanece en el entorno, en empleos de menor categoría.
  • Diversidad social y cultural entre nuevos y viejos pobladores, con una convivencia en difícil equilibrio.

En la morfología de la gobernanza:

  • Atomización de los decisores públicos, con gobiernos de escasa repercusión en el territorio.
  • Escasa preparación de gran parte de los decisores públicos para atender los retos que el nuevo territorio y sus pobladores proponen.
  • Respuestas aisladas a las necesidades municipales que pueden entrar en conflicto con el resto de municipios del entorno.
  • Los municipios carecen de herramientas y recursos legales y económicos para dar respuesta a sus dificultades.
  • Incapacidad de los municipios de dotar de servicios públicos apropiados a los nuevos territorios sometidos a una urbanización difusa.
  • Dificultades de tipo administrativo y fiscal que plantea la gestión de esos territorios.
  • Aumento de los costes en las infraestructuras y los servicios a una ciudadanía creciente y con necesidades nuevas y cambiantes.
  • Directrices políticas y administrativas generales que pueden chocar con las necesidades y orientación municipal, quedando con poco efecto.
  • Las mancomunidades tienen una misión instrumental para los municipios, orientadas sólo a la reducción de costes de servicios.
  • Son territorios que carecen de una dirección o liderazgo político común, lo que impide un diseño de políticas y optimización de los recursos, servicios y prioridades.

Propuestas:

En los planos urbanísticos:

  • Incentivar el desarrollo de la ciudad compacta con el fin de frenar la desmesurada expansión urbana;
  • Reconstruir las áreas abandonadas y en ruinas, así como proporcionar acceso apropiado a los servicios y a las instalaciones básicas para todos los ciudadanos;
  • Crear zonas verdes y espacios de encuentro;
  • Avanzar en la gestión integral de los recursos naturales, energéticos y de las basuras;
  • Incentivar la promoción de políticas de ordenación del territorio dirigidas a regular la localización de los usos de la tierra y a conseguir una planificación integrada del transporte público, con el propósito de reducir el uso del coche privado.

En el plano social  y cultural:

  • Fomento de la participación ciudadana, de la mano de las administraciones públicas y con el apoyo del Tercer Sector, que debe generar:
    • Cultura participativa.
    • Crear tejido asociativo y social.
    • Empoderamiento y autogestión.
    • Generación de redes asociativas.
  • Distribución equitativa de los bienes, servicios y oportunidades para toda la población de estos territorios, prestando especial atención a aquellas personas que se encuentran en riesgo de pobreza y la exclusión, que son los que acumulan más problemas sociales.
  • Generación de programas integrales y comunitarios para reforzar el sentido de pertenencia, la solidaridad del territorio y el apoyo mutuo.
  • Planificar y coordinar respuestas en el territorio a las zonas marginales que son los que sufren con más intensidad dificultades sociales.

En el plano económico:

  • Desarrollo sostenible del territorio, apostando por la formación formal, ocupacional y emprendedora en el territorio.
  • Establecimiento de una estrategia global de desarrollo del territorio que permita la generación de oportunidades económicas y de empleo a la población.
  • Respuestas ordenada y conjunta del territorio a las demandas de las empresas que desean instalarse en el territorio, evitando un dumping de condiciones y generando empleos de calidad para el territorio.
  • Buscar oportunidades de empleo verde en el territorio que haga evolucionar al sector agrario tradicional por otro de mayor valor añadido.

En los planos de gobernanza:

  • Se propone generar una nueva “ciudad sin centro”, gestionada de manera única y cohesionada, donde los diferentes actores de esta red participan en la articulación de respuestas globales para realidades particulares.
  • Esta nueva red de municipios, que deja superada a la mancomunidad prestadora de servicios, pasa a gestionar, de manera tan eficiente como un único municipio, todos los aspectos que afectan al territorio.
  • Esta nueva estructura, precisará de recursos para generar los servicios y utilidades que la población del territorio requiere.
  • Esta nueva ciudad sin confines debe generar sus propios espacios de acción e interlocución interna, con su red de municipios, y externa, con el resto de las administraciones y grupos de interés.
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